El fez o tarbush es un tocado masculino extendido desde el siglo XIX por varios países, especialmente Turquía y el Norte de África.
El fez de Túnez, uno de los más célebres, se compone de una malla hecha a mano con lana cardada e hilada por las mujeres en las casas de Ariana, barrio del norte de Túnez. Se impregna luego en aceite y se envía a el-Bathan, cerca de Tebourba, único taller de bataneros actualmente en funcionamiento. Las piezas se reenvían a Túnez para teñirlas de rojo (antes se hacía en Zaghouan) y cardarlas por segunda vez. Posteriormente se los estira y apresta con ayuda de prensas, que aún pueden verse en los talleres de algunos artesanos. Por último se pone la punta de lana donde va la borla y el nichan, marca de fábrica. En torno al fez hay toda una organización corporativa, monopolizada por los descendientes de emigrantes andalusíes expulsados de España en el siglo XVII, que introdujeron el fez en Túnez. Los maestros artesanos y los comerciantes del ramo formaban la aristocracia del suq.
En la primera mitad del siglo XIX el fez era alto y ancho y se adornaba con una cinta de seda azul (cubito), que luego fue negra y se transformó, sólo en ciertos modelos, en un largo penacho negro de hilos retorcidos. El tocado obtuvo un gran éxito, se exportó y se convirtió en símbolo del Magreb y buena parte de Oriente Próximo.
También es usado por los soldados del ejército español de la unidad de Regulares.
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